miércoles, 1 de agosto de 2007

Verano

Hoy sí. Por fin ha llegado el verano. Ya se que el calor vino hace tiempo pero el espíritu veraniego es otra cosa, y este año se estaba retrasando peligrosamente. Por eso he decidido ponerme el vestidito blanco de lunares y salir a la calle a pasear mi todavía incipiente bronceado. Playa, sandalias, amigos, terrazas, bikini, colores, libros, viajes, sudor y un soplo de aire fresco al pensar en las vacaciones que ya se acercan. Todo eso es para mí el verano... ¡y me encanta!

viernes, 1 de junio de 2007

Lo urgente le roba el tiempo a lo importante

Esto me recuerda a aquellos hombres grises de Momo que le quitaban el tiempo a los ingénuos habitantes de la ciudad con ardides ilusorias y promesas utópicas. Menos mal que algunos no se dejaron seducir por el humo gris de la vanidad y encontraron el camino hacia una cotidianeidad más agradable.

Como mis hombres grises ya se han marchado, espero poder empezar a disfrutar del tiempo libre. El tiempo es oro, dicen, así que ya es hora de empezar a derrochar mi pequeña fortuna. Con prudencia, eso sí, no vaya a ser que la urgencia de tener tiempo vuelva a quitarle protagonismo a la importancia de disfrutarlo.

domingo, 20 de mayo de 2007

Expediente X

El otro día iba en el tren y estuve a punto de ser testigo privilegiado de un Expediente X. Os pongo en situación:
8:00 am. Tren Sevilla-Málaga. El revisor entra en el vagón y se hace el silencio. Todos los pasajeros van mostrándole sus billetes y él los toma cuidadosamente, revisa la fecha, el asiento y los agujerea con delicadeza, devolviéndolos sin perder tiempo a sus poseedores. De repente es el turno del señor que se sienta en la fila anterior a la mía. Traje de chaqueta, portátil y pinta de ir a alguna reunión importante. El revisor coge su billete y en ese momento el hombre le susurra: "Estamos rodeados". Me dió un vuelco el corazón. Tuve la sensación de que en cualquier momento iba a irrumpir en el vagón el crédulo agente Mulder con la intención de detener a algún ser de otro planeta. Pero pronto la sorpresa dió paso a la desilusión, en cuanto ví un pequeño escudo del Betis en la solapa del revisor y me dí cuenta de que el vagón estaba lleno de sevillistas que se dirigían a Málaga para coger su avión hacia Glasgow. De un plumazo me ví de vuelta a la realidad. Menos mal que, en pequeños instantes, en la vida nada es lo que parece...

sábado, 5 de mayo de 2007

Cambio radical

Pues no, no voy a ir al programa de Teresa Viejo porque lo mío es un cambio radical de ánimo, y eso no lo arregla ni el mejor cirujano plástico televisivo.

El caso es que parece que por fin aquel vendedor de enciclopedias se largó y me ha dejado descansar un rato en el sofá de las buenas ideas. Y es que tanta tristeza vital no iba conmigo, así que le he echado valor, he entrado en el vestidor del alma y me he puesto el traje de los domingos. Eso sí, ahora he pasado a una fase de nerviosismo descontrolado y actividad con desenfreno que me mantiene a base de tilas y conciertos. De momento me tomo un descanso anímico, un par de valerianas y me lanzo al vacío de la vida social y cultural sevillana. Algo bueno habrá por descubrir, digo yo...

martes, 17 de abril de 2007

Tristeza

A veces la tristeza entra en tu vida como un vendedor de enciclopedias. De repente se cuela y se sienta en tu sillón y tú no sabes muy bien por qué le has abierto la puerta. Menos mal que sabes que si aguantas un rato sin comprarle nada, sin darle ni un atisbo de esperanza a sus ansias de atraparte, al final se acaba yendo sin dejar rastro. Y el momento en el que vuelves a cerrar la puerta respiras de nuevo un poco de felicidad.

Hoy parece que el vendendor está más cerca de la puerta de salida. Prometo no comprarle nada, a ver si me deja pronto en paz.

jueves, 12 de abril de 2007

Autopista


Un encuentro aparentemente fortuito pero discretamente premeditado. Una señal intencionadamente interpretada. Un giro inesperado que deshace el tiempo y el espacio. Y finalmente, de nuevo, la terrible sombra de la indiferencia.


Ya no quiero viajeros que paren en mi estación de servicio. Quiero compartir autopista, sentir el vértigo de la velocidad, conversar durante el viaje sin parar a repostar y que cuando el camino se bifurque me quede la sensación de haber dejado huella... y da igual lo que dure el trayecto...

miércoles, 14 de marzo de 2007

Vida nueva

Ya lo dice el refrán: "Año nuevo, vida nueva" y no puede ser más verdad. Este año ha empezado con un cambio inesperado que me ha dado la vuelta (aunque espero que no sea para volver al principio). Y ese es el problema, que "volver" no me apetece y es difícil no volver cuando te encuentras de repente en la ciudad que te vio nacer. Aun así, tengo energía suficiente para re-descubrir Sevilla y no dejar nunca Granada. ¿Demasiado? Nunca es demasiado si hay ganas.

Gracias a los amigos de allí y de aquí, que me hacen siempre más fácil la existencia...

Por cierto, he empezado la semana descubriendo un bar que proyecta pelis y el lunes me aventuré a ver "Fallen Angels" de Wong Kar Wai. Creo que es un buen comienzo...