viernes, 18 de febrero de 2005

Frrrrrrío

No me gusta el invierno. Lo llevo fatal. Y encima en Granada parece que no acaba nunca el frío. A mediodía te confías y piensas: "parece que va a cambiar el tiempo, si es que la primavera ya casi está aquí". Pero no. Te levantas al día siguiente y ves 0 grados en el termómetro. "¡No puede ser! Con el solecito que hacía ayer..."

Por otra parte, empiezo a hacerme amiga de mi resfriado: tanto tiempo juntos, tantos momentos íntimos, tantas experiencias compartidas... Es como un noviete al que no hay forma de echar de casa. Me dejo la mitad del sueldo en vitaminas, paracetamol, ibuprofeno, frenadol y claro, con tanta inversión y tantos cuidados me ha cogido cariño y no quiere dejarme. A este paso, cualquier día vamos a tener que formalizar nuestra situación. Eso sí, por lo civil, que últimamente las bodas por la Iglesia me dan alergia.

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