Pues parece que estoy cambiando o será que el trabajo me enajena (en lugar de dignificarme, como dicen) pero estoy en una fase mucho más tranquila y he aprendido a decir que no a las tentaciones callejeras. Claro que no me queda más remedio si quiero terminar las cosas a tiempo. De todas formas tengo ganas de quedarme más libre y volver a disfrutar de las tardes y recuperar mi vida social (poco a poco, para que no duela) y sobre todo retomar a los amigos, que los tengo bastante abandonados últimamente. Menos mal que me quieren mucho de todas formas y entienden que esto es sólo una fase pasajera. Es la ventaja de ser independiente.
De todas formas me noto cambiada, contenta y tranquila. Será que eso de tener teléfono fijo e Internet en casa me da cierta estabilidad, a falta de otras cosas (los caminos de Telefónica son insondables).
Y Berlín se me hace ya tan lejano que parece un sueño...
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2 comentarios:
Concéntrate y termina el trabajito pronto, que el espíritu navideño ya invade las calles y sin ti nada es igual...
Hay personas que con su sola presencia son capaces de llenar grandes espacios y tú eres una de ellas. No te quedes con todo para tí!!
Aghhhh... ¿será que me está invadiendo a mí el espíritu de la Navidad?
Campana sobre campaaaaaanaaaaa!!!
Aún no me he perdido del mapa... y me alegro mucho de que las cosas te vayan bien. Ya sé de tus cambios laborales... y me alegro aún más. Pásame teléfono fijo, skype y lo que sea que no te quiero borrar de la agenda. Un beso enorme desde Londres
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