Outing

Gracias a una semana intensa he dejado atrás la racha minimalista y ahora me sumerjo en la bañera del espíritu navideño. La sobriedad zen deja paso a las tendencias pop y los adornos de colores. Empiezo desde el principio:

El miércoles por la noche, en un arrebato de notengoplandperomevoyalacalleporquemañanaesfiesta me aventuré a las 23:50 h de la noche hacia el multicines para ver si había alguna golfa interesante (me refiero a alguna sesión de cine, claro). Y pude descubrir en soledad La vida secreta de las palabras, y me dejé sorprender por su ternura y su drama.

Ya el jueves llegaron soplos de aires fresco desde Zaragoza. Cariño, dulzura y pasíon concentrada. Cuatro días deliciosos gracias a la visita de los chicos y la complicidad de Alicia.

El domingo a Madrid. Un lunes lleno de nostalgia y de amigos (no sabía que tenía tantos en Madrid) y el descubrimiento del encanto de la capital.

Y de vuelta a Granada, con cansancio acumulado pero las pilas cargadas para afrontar el periodo navideño con la esperanza de no caer en el consumismo y sí en la exaltación de la amistad sincera. Y, por supuesto, con ganas de sacar a flote mi lado mas kitsch y decorar mi pequeño hogar con bolitas y guirnaldas. :-)